domingo, 19 de octubre de 2008

Día de la madre

Vino Alina, la novia Rumana de mi tío Jonathan, de visita desde Tailandia, donde viven ambos. La muy valiente se está quedando con su suegra, hasta encontrar un departamento, y mientras repasa el español que aprendió en "El liceo" con ella.
Hoy nos encontramos con esa rama de la familia de mi vieja a tomar el té por el día de la madre y estaba Alina.
Me fui admirado. No puedo creer como resiste los palos de mi tía Inés con estoicismo diplomático. Supongo que en otro idioma debe ser más fácil, porque no entendes un carajo y además porque tenés que resignarte a que, aunque quisieras recagarla a puteadas, de todas maneras no encontrarías el insulto que se ajustase adecuadamente a tu intención de mandarla a la mierda.
Por desgracia yo hablo español fluído y tuve que levantarme de la mesa.

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