miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ricky the dog

Andrew - Cuando cenas yogur ¿Es un indicio de que te estas volviendo anoréxico, de que tu hogar es disfuncional o de ambas?
Ricky - ¡Guau!
Andrew - Tenés razón. Vení que te llevo a dar una vuelta.

Great Responsibility

Estuve trabajando en una historia de un superhéroe. Quise hacerla diferente del resto, asi que supuse que más que hacer que el protagonista sea reactivo y se dedique a frustrar los planes del supervillano, sería interesante contar la historia de un supervillano que se esmera por arruinar los planes de bien de un superhéroe proactivo.
Despues de todo el mal no es la ausencia de bien, ni el bien es la ausencia del mal. Para hacer bien hay que esmerarse. ¿Y qué más trágico que un mundo donde un supervillano se encarga de que no hayan obras de bien? Ojo, no hace el mal. Solo se encarga de que nadie haga el bien.
Y ahí es cuando hice un bollito y lo tiré a la mierda.
Es demasiado parecido a la realidad, como para que a alguien le interese...

... Y después me di cuenta de que podía venderles la idea a los peques.

Dudas

Diablito - Dejá la carrera
Andrew - No.
Diablito - Dale, si la odias
Andrew - Pero tengo miedo de no encontrar trabajo.
Diablito - ¿Y por eso decidiste estudiar... Letras?
Andrew - ...
Diablito - ...
Andrew - Dejame en paz.

domingo, 9 de noviembre de 2008

La peor maldición

¡Ojalá que todos tus sueños se le cumplan tu mejor amigo!

Devouring Town

El viernes fui al cumple de Remi en Ayres de Pilar, el barrio privado donde vive.
Es increíble lo locas que pueden volverse las personas que vivieron toda su vida en barrios privados. No sé si será por el miedo, pero pareciera que mientras por un lado hacen todo ostentoso -sus casas, sus autos, su ropa, su comida- por el otro hacen todo a medio pelo. Las amistades que mantienen son raras. Se cagan entre ellos. Son huecos. No piensan nada. Bastó con que Helen les mencionara no se qué de Picasso para que la tomaran como una mina artista loca excéntrica con la cabeza super abierta (Y más de uno quedó enamorado).
Todo esto lo sé, porque me quedé charlando con Remi y algunos de sus amigos de la Universidad Austral y no podía creer lo clichè, mecánico, hueco, vacío de contenido y engreído de su discurso.
Hablan como gente que sabe que vive aislada del mundo pero que -no ven la contradicción en esto- tienen la posta sobre él. No sé, me fui enojado. No con ellos, pero con Remi, porque se está volviendo -concientemente- uno de ellos.
Me duele verlo, pero sé que mi amistad con él va a desaparecer gradualmente, porque se va a ir convirtiendo en uno de esos cabeza hueca hasta que, o bien me hinche las pelotas de él, o él comience a tenerme miedo.
¿Qué esperanzas de sobrevivir tiene alguien que divide su tiempo entre una burbuja privada y una Universidad ultra-católica del Opus-Dei?
¿Y si es judío?

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Head Shrink

Benja - Pero ¿Vos conocés a alguien que haga lo que vos querés hacer?
Andrew - Si, varios. Y les sale mejor que a mi.
Benja - ¿Y hacen otra cosa, además?
Andrew - No.
Benja - Ahí tenés.
Andrew - Es que... Siento que sería mucho más feliz si me interesara una sola cosa.
Benja - Claro que si. La gente idiota siempre es más feliz.
Andrew - Pero yo conozco gente que es brillante y se interesa por una sola cosa
Benja -Si son brillantes no son felices, no te preocupes.
Andrew - ¿Ah, no?
Benja - No.
Andrew - Me quedo más tranquilo entonces.

Aah... Nada cura las penas como la envidia egoísta.

martes, 4 de noviembre de 2008

La Maldad de Los OI

Pasé toda la tarde intentando estudiar, sin éxito. Los cacharros de cocina están en mi contra. Un plato casi vuela el microondas con sus bordes metalizados, mientras intentaba calentar un pedazo de pastafrola, que me tomó sangre sudor y lágrimas despegar de la bolsita en que mi vieja la guardó, en el freezer; La peor idea que tuvo en años. Después, el pico de la pava me quemó y se tiró un pedo con olor a plástico quemado y finalmente, me quedé con el mango del cuchillo en la mano.
Ahora tengo que ir a la facultad, pero no quiero ni asomarme afuera.

El Mito de Sisifo

Si la ley de atracción es un hecho, leer a Albert Camus aumenta considerablemente las posibilidades de morir asesinado a palazos.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Enroque

El año pasado, en la noche de los museos -La noche que salí con Natasha- nos cruzamos con una amiga suya, Mirina. En su momento no le dí bola, pero un año después -Es decir, el cuatrimestre pasado- la ví en la facultad. Cursaba las mismas materias que yo, y en cada teórico al que asistíamos no podía dejar de notar lo linda que era y lo bien que le quedaba esa especie de trenza sajona que usaba (Sé que debe tener un nombre, pero no lo sé).
Poco a poco me fui haciendo camino, hasta que pude conocerla y eventualmente nos hicimos amigos. Justo el día que me mudé a mi casa actual -Fines del cuatrimestre pasado y principios de las vacaciones de invierno- la invité a salir y me dijo que sí. Vimos Lisístrata Unplugged y despues salimos algunas veces más.
Pero nuestro contácto era muy esporádico y, al igual que como me pasó con Audrey, eso me ponía de mal humor. Aunque nunca tuvimos un "quiebre" formal, finalmente dejamos de salir, porque la mina era un pedacito de hielo. Y así de frías se mantuvieron las cosas, hasta que nos reencontramos este cuatrimestre cursando las mismas materias otra vez -sin previa consulta-.
Al principio era medio incómodo, pero de a poco volvimos a hablar como si nada hubiera pasado y yo llegué a convencerme que, de hecho, así era.
Hasta que, en mi cumpleaños, nos besamos alebosa y fogosamente en medio de la pista de baile, delante de mis otros compañeros -que nada sabían de lo que había pasado en las vacaciones de invierno entre nosotros- que, sorprendidos, hacían comentarios entre ellos.
Entre esos compañeros estaba Owen. Esa noche, una media hora más tarde -Luego de que Mirina me aclarara, de nuevo, que no tenía intenciones de salir conmigo sino que... Bueno, se sabe- se me acercó Owen y me dijo, en un arranque etílico, que él estaba enamorado de Mirina desde que la conoció en el viaje de egresados.
Luego, a lo largo del cuatrimestre, varias noches luego de los prácticos de Literatura Inglesa, mientras Owen y yo volvíamos a nuestras respectivas casas hablamos varias veces sobre Mirina y sus sentimientos por ella. Yo le dije, en otras palabras, que lo que necesitaba era tener sexo con muchas minas para sacársela de la cabeza, por un lado, y por el otro para que Mirina no sienta que lo tiene pegado todo el tiempo -Algo que a mi me parece que debe notar, porque es así-, si es que quiere, en algún momento de su vida, salir con ella (Cosa que veo bastante improbable que ocurra).
El viernes pasado salimos Mirina, Owen, Fanny y yo. Fuimos a ver una película al Festival de Cine Buenos Aires Rojo Sangre. Mientras hacíamos tiempo en un Burger King, antes de entrar al cine, noté que Owen me tiraba varios "palitos", intentando avergonzarme frente a Mirina. Sin darse cuenta -o quizás si- de que solo estaba logrando avergonzarse a si mismo frente a ella, que me defendía a mi. Yo me sentí muy impotente. Me dio mucha pena, porque he estado en su situación.
Y sé que él debe considerarme una especie de rufián, por el hecho de no haberme hecho humo y dejado vía libre para él y Mirina. Debe creer que soy artificioso solo para llamar su atención y debe creer que aún tengo ganas de estar con ella.
Todo esto lo sé porque reconozco en su naturaleza, muchas que reconozco en la mía, aunque más aguadas. No es que pueda hacer nada para evitarlo, el problema está en su cabeza. La cagada es que me siento identificado con muchas personas que estuvieron en mi lugar, cuando yo estaba en el de Owen. Y recordando lo que pensaba de ellas -Aunque en el momento también lo sabía- me doy cuenta lo injusto que fuí. En definitiva, me da pena saber que está sufriendo, y no poder hacer nada para evitarlo.