Justo el día que le descubro el gustito a tocar la guitarra -y consigo, por fin, arrancarle unas notas prolijas- se me ocurre hacer salteado peruano y cortar papas fritas en forma de bastón con esa guillotina para dedos, que mi vieja guarda en el cajón de la cocina.
Si soy carne de diván, mi dedo índice es carne picada. Pero esta paleta se mantiene fiel a sus principios: Muerte como hamburguesa, antes que poner un pié en la oficina de un loquero.
miércoles, 8 de agosto de 2007
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2 comentarios:
Ojo, que el dolor de los dedos despues de un par de horas de "agarrarle el gustito" a las cuerdas, es bastante parecido al de la picadora!
Yo creo que estás más sano de lo que creés... solito te preparás para futuros dolores.
(Y si, habia firmado yo, pero la pánfila tenía el perfil inhabilitado)
Hola! es llegué a tu blog sin saber como... Pero me has hecho reir.
Así que eras muy famoso y entonces te creaste otro blog para mantener el anonimáto? GUAU!
Saludos.
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