Solo en el departamento de mi viejo

Día tres...

Me levanté tarde y estuve un rato ordenando y escuchando algunos discos de Jazz que safan de la colección de mi viejo. Vino Marvin. Hablamos un rato del proyecto, comimos facturas y tomamos toneladas de mate, como siempre.
En el medio cayó Filburt que acaba de volver de Israel y se sumó al mate y al delirio Cortázaro-Borgiano. Luego, a Charlar sobre el norte, a abirle la puerta a Marvin que llegaba tarde a la clase de trapecio y a sacar dos sillas al balcón para ver como aparece la luna (Muy impresionante) con Filburt.
Después abrirle, hacer los ejercicios, escribir un rato, jugar unas partidas de Battlefield (Maldito adicto), bañarme e irme a dormir.