Hoy rompí una taza en el trabajo. Era parte de una colección que le había regalado a la Dra. una pasante que ahora está en Guatemala.
Me lo veía venir desde el primer día. Tanto que, más que sorprenderme, me alivié de que finalmente haya pasado y ahora pueda seguir adelante con mi vida.
miércoles, 9 de enero de 2008
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3 comentarios:
comprale una de reemplazo ....
Lo bueno es que tu torpeza ya se expresó y no corrés el riesgo de romper nada más importante que una taza.
Digo...
uffff! que alivio eso...bueno, estás mejor?=)
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