jueves, 6 de diciembre de 2007

Octosílabos based on a true story

Ahí estaba yo sentado, fumando un pucho tranquilo y disfrutando un té de tilo, cuando en eso llegó Marcelo y me dijo con recelo que le prestara un vinilo. Era uno de los Beatles ("Help", que yo atesoro) y furioso como un toro, le dije que se fuera.
Se quedó de cualquier manera, sin mostrar ningún decoro.
"No seas guacho" aventuró él, y sorbía de mi taza.
"Pero salí de mi casa" le dije enojado "Que yo jamás lo he prestado. Si no te vas, te doy masa".
El seguía impasible, tomando de mi bebida; y Juro por mi vida que jamás vi a alguien tan rudo.
"Dale, no seas boludo" lo oí, sin dar cabida "Que si es por el cuidado, jamás mejor guardado que en casa de un amigo; Y no te enojes conmigo, no hay razón pa' tu enfado".
Y así estuvo una hora, dale que dale hablando, más que nada recordando viejos favores al azar. Así que, muy a mi pesar, se lo terminé prestando.
Le advertí que de perderlo, Iba a sufrir las consecuencias; Que ya tenía yo ocurrencias de como lo iba a castigar -Entre ellas, hacerlo castrar y tragar las menudencias-. Lo hice jurar tres veces (Solemne le dije que era, asi que lo llevé afuera y, como es algo que él fília, lo hice jurar por la biblia) y le abrí pa que se fuera.
No sé exactamente cuanto, pero tiempo pásó un montón. Estoy furioso y con razón, porque a Marce lo estoy esperando ya hace mucho, afilando, con parsimonia, mi facón.

Aro aro aro aro: Marce la reconcha de tu hermana.

Actualización del viernes: Me encontré con Marcelo. Tan furioso estoy, que vuelo. Devolvióme mi disco, tras un regaño arisco que escuchó de mi con celo.
Sin embargo estoy furioso, y a bien saltaría de un risco sin dudarlo un pellisco. Pasó algo olímpico, un problema que es típico.
No funciona el tocadisco.

3 comentarios:

Thiago. dijo...

¿Sólo a mi me puso nervioso la rimita?

(Igual groso por hacerlo, es mucho trabajo para mi)

Andrew Harlan dijo...

Los octosílabos tienen eso que se siente como punzante y es molesto de leer en prosa. Quizás por eso los gauchos siempre terminaban a los cuchillazos.

Thiago. dijo...

Indeed, no doubt of it.