La Libreta

Luego de algunos desencuentros, hoy me encontré, unas cuatro horas más tarde de lo que habíamos quedado, con Jena, la chica de la facultad que encontró mi libreta, para que me la devolviera. Y pese a lo que me había dicho Johnny, que la conocía del partido político en que ambos militan, me pareció una linda chica. Curiosamente, la noté nerviosa.

Le pedí que me hiciera comentarios de lo que había encontrado y leído en ella. Me dijo que se rió mucho y que debería continuarla. Claro que lo voy a hacer.

Honestamente, pude haber sido más amigable. Le pregunté si le gustaban el chocolate Milka y las castañas de cajú. Me dijo que sí y le dí una barra de chocolate con castañas. Le agradecí nuevamente, le dije que nos veríamos en la facultad alguna vez, di media vuelta y me fui.

La libreta no tiene desperdicio. Me había olvidado del 90% de lo que tiene anotado.