Si los cacha los da vuelta

Como en un mal tango, sigo queriendo olvidar a Audrey. Gran mujer. Supo ser cariñosa y de alguna manera indiferente al mismo tiempo. Sensual, tímida y asertiva a la vez. Contradictoria como las verdaderas mujeres. Grabada con fuego me quedó, en el hipotálamo, la imágen de su desnudez.
Hoy en día, con Mirina tenemos una relación extraña. Ni de amigos ni de pareja. Encontramos que nuestra frecuencia ideal es una vez por semana. Lo extraño es que el que quiere que nuestra relación avance soy yo. Quizás solo trato de olvidar a Audrey.
¿Por qué me movió tanto el piso? Esa mujer me hizo sentir mujer a mí: El desazonado, el que la esperó, el que desearía que le conteste los mails soy yo. Esa chica me puso en una posición en la que no había estado jamás, y me atrevo a decir que desde que me puso ahí, no he podido salir hasta ahora.