Un Papá genial.

Papá sintió la necesidad de compensarme el no haberme visto en mi cumpleaños y creyó que un pequeño "gettogether" en su casa con él, su novia y mi abuelo (84 años) era lo mejor para la ocasión.
Como ayer fue mi fiesta de cumpleaños me acosté y levanté tarde. Entre que mis amigos y yo terminamos de limpiar y ordenar mi casa, se hicieron las 7 hasta que pude llegar a su departamento para tomar el té con masitas.
Más tarde trajo una torta de Kiwi con velitas. Obviamente soplé y me quedé callado, para no herir sus sentimientos. Pero cuando me preguntó por qué no comía me fue inevitable explicarle que el Kiwi es la única fruta que no comería bajo ningún concepto.

Papá - ¡Huy! Entonces no la pegué con la torta.
Andrew - Y, no.
Abuelo - ¿Saben? Creo que es la primera vez en toda mi vida que veo una torta de Kiwi.

Nunca mejor puesto, abuelo. Nunca mejor.